El Banco de España ha advertido que el deterioro de los créditos ICO, avalados por el Estado durante la pandemia, continúa en aumento, señalando el impacto negativo del alto coste de la energía y la crisis en Ucrania como factores que agravan la situación. Según el regulador, el 20 % de los créditos ICO estaban en ‘vigilancia especial’ a finales de 2021, lo que equivale a 17.900 millones de euros, un aumento significativo en comparación con el primer semestre del año.
En su reciente informe de estabilidad financiera, el Banco de España también destacó un incremento en los créditos dudosos, aquellos en los que el cliente ha dejado de pagar durante 90 días. Estos créditos representan ahora el 3,5% del total, alcanzando los 3.000 millones de euros. La mayoría de estos préstamos están vinculados a sectores duramente afectados por la pandemia, como la hostelería y el turismo. En conjunto, el riesgo de impago se estima en 21.000 millones de euros, aproximadamente una cuarta parte de los préstamos bajo el programa de avales del ICO.
El Banco de España advierte que la situación podría empeorar debido al impacto económico de la guerra en Ucrania, el incremento de los costos energéticos y la subida de los tipos de interés. Las empresas que ya muestran signos de vulnerabilidad podrían enfrentar un deterioro adicional en su calidad crediticia.
Además, se señala que el 35% de los créditos con aval público terminarán su periodo de carencia en el segundo trimestre de 2022, lo que revelará el verdadero estado financiero de los deudores. Aunque el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, se mostró optimista sobre la capacidad de los clientes para comenzar a devolver estos préstamos, el Banco de España mantiene una postura más cautelosa, aunque reconoce que las medidas recientes del Gobierno para facilitar la refinanciación podrían mitigar el impacto.
El Banco de España insta al Gobierno a desarrollar un plan para reducir la deuda pública, que ha aumentado significativamente durante la pandemia. La alta deuda pública en relación con el PIB es una vulnerabilidad importante para la economía española, especialmente si aumentan los costos de financiación debido a la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales.
El informe subraya que los elevados niveles de déficit y endeudamiento limitan la capacidad fiscal de España para responder a nuevas crisis. Recomienda que el plan de ajuste se elabore y esté listo para implementarse ante cualquier deterioro de la situación financiera global, advirtiendo que retrasar las medidas podría reducir la capacidad de respuesta y aumentar el riesgo para la economía española.
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